¿Quieres casarte conmigo?

Siento la necesidad de compartir una bonita escena que tuve el placer de presenciar la otra noche.

Iba con mi familia paseando de vuelta a casa, cuando vimos a lo lejos una pareja. Se detuvieron, el chico cogió la mano de la chica, se arrodilló frente a ella, y de sus labios salió algo que cambiaría la vida de ambos: "¿Quieres casarte conmigo?". Ella hizo un gesto para que se levantara, lo abrazó y fundieron sus labios en un precioso beso. Se llevaron así largo rato. Cuando pasamos junto a ellos ella gritó: "¡Me caso!". En sus rostros se veía tanta emoción, felicidad, nerviosismo...
Como dice mi padre, estos gestos ya no se ven, no son muchos los hombres que siguen con la tradición de arrodillarse frente a nosotras para pedirnos matrimonio. Sinceramente, me emocioné hasta yo, que ni siquiera los conozco.