Quedas con tus amigas un viernes por la tarde para pasear, una de ellas se va un rato con su "chorbo” (como dice una de mis amigas), mientras tanto, la otra amiga y tú decidís hacer un vídeo para un chico al que seguís desde peques para intentar animarlo. La gente os mira cuando pasa pensando ‘estas chicas están locas’… vosotras a vuestra bola, concentradas en el vídeo. Tras finalizar el vídeo, después de repetirlo varias veces, decidís haceros una foto. Vas a apretar el botón cuando aparecen tres chicos de la nada, súper amigables, diciéndoos ‘foto, foto!’ y acaba un desconocido haciéndoos una foto con dos desconocidos con tu móvil. Luego, tras daros sus tuentis, uno de ellos te da su número de móvil para que le pases la codiciada foto por whatsapp. Cuando se van, decidís hacer otro vídeo para vuestro ídolo contándole la anécdota, os marcháis a la estación a por la otra amiga y os volvéis a casa. Al día siguiente subes el vídeo y tu ídolo te contesta, eres feliz, nada puede arrebatarte esa felicidad.
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