Mi magüela

Otra noche más en la que no puedo dormir. En esta ocasión hay una razón. Por extraño que parezca, tengo un mal presentimiento que no me deja conciliar el sueño. Malos pensamientos agolpados en mi cabeza. No me gusta el pesimismo, suelo pensar de forma positiva, pero en esta ocasión soy incapaz de ser positiva.

Recuerdos de mi niñez junto a ella, mi magüela, abuelitita, lala, lalalá, o cualquiera de las otras formas de las que siempre la llamé. El olor de la navidad saliendo por el respiradero de la escalera de su antiguo piso, el olor a azahar, aquellas mañanas de hacer rosquitos, los infinitos días en el camping, sus abrazos colmados de amor... en momentos como este todo me recuerda a ella.

Es duro pensar que todo camino tiene un final, pero este aún acaba de empezar. Grandes momentos están por llegar. Grandes momentos repletos de amor y felicidad.

Aquél verano...

Su mirada azul verdoso, sus labios, sus manos... y yo. Sus besos, sus caricias... Los dos paseando abrazados bajo aquél paraguas aquella tarde de verano, con los pies empapados y aquellos besos apasionados...

Abandonada en la puerta del bar, abandonada a mi suerte, abandonada sin más, como si nada hubiera pasado , con el corazón roto en una esquina del bar...

Reflexiones nocturnas

Palabras impronunciadas. Sentimientos contradictorios. El azul del inmenso mar que es su mirar. Coherentes palabras incoherentes.  

Solo soy una chica incomprendida que juega a combinar palabras para expresar lo que siente, que sabe lo que es vivir enamorada de la persona equivocada. Una chica cuya almohada huele al perfume de la soledad, que sabe lo que es extrañar algo o a alguien a quién nunca ha tenido. Una chica que solo quiere gritarle al mundo todo lo que siente.

Buenos días princesa

Hoy es uno de esos días de verano en los que solíamos ir juntos a la playa. Uno de esos días que parecían felices. Solos tú y yo, nadie más. Nunca me pude imaginar, o mejor dicho, no quise pensar, que todo lo que estábamos viviendo era algo pasajero. Creí tus "tu y yo para siempre", y ahora mírame, sola, aquí sentada frente a una pantalla, la misma pantalla en la que te vi por primera vez. 

Tus falsos "te quiero", tus besos, tus caricias... todo fue un juego, un juego en el que tu eras el único jugador, yo solo era un monigote que utilizabas a tu antojo. Pero llega el día en el que me doy cuenta de que sigues pensando en ella. Era algo que quise pasar por alto, pero era consciente de que eso me estaba haciendo daño. 

Reconoces que sigues estando enamorado de ella, que quisiste pero no pudiste sentir lo mismo por mí. Y es en ese momento cuando me di cuenta de que todo lo vivido no significó nada. 

Pensé que serías tú el que me despertara cada mañana con un "buenos días princesa", sin embargo, es otro el que duerme al otro lado de mi almohada.

Caroline.

Hace algo menos de seis meses, conocí a una personita muy especial.  Esa risa contagiosa, su forma tan "cuqui" de hablar, esa forma de escribir que juega con tu estado de ánimo momentáneamente... Nunca pensé que un grupo me pudiera unir tantísimo a una persona. Esta personita tan especial cumple dieciocho añitos. Sí señores, mi Caroline se me hace mayor. Ser mayor de edad no significa cambiar. Estoy segura de que ella permanecerá siempre con su alma grupi de niña enamoradiza que todo lo puede. 
Aunque a veces se caiga, pero ella se levanta. Aunque parezca débil, pero ella es fuerte. Me contagia sus ganas, aunque no siempre estén altas. En estos meses, cada vez que he necesitado una mano amiga, ella ha estado ahí para ofrecerme la suya. Y sabe que tengo dos manos que la ayudarán SIEMPRE que ella lo necesite. No hace falta que se lo diga, pero prefiero recordárselo, ya que es un poco olvidadiza. 

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS MI PEQUEÑA CAROLINE WIII!!!