Llorar también es una forma de desahogarse

Ponerte a llorar sin razón ninguna durante horas sin poder parar. Sentir que te ahogas, seguir llorando. Estar a disgusto contigo misma, con el mundo. La ropa de tu armario de repente y por momentos te gusta y te disgusta. La presión de los exámenes puede contigo. Te agotas. Intentas coger aire para continuar tu camino, a lo mejor no puedes, pero continuas de todos modos. Tus mayores dicen que es cosa de la adolescencia, pero tu llevas así toda tu vida, encerrándote en tu cuarto o buscando algún rincón en el que llorar. Necesitas un abrazo que nadie te da. Apenas te quedan fuerzas para continuar. Piensas en algo positivo, te secas las lágrimas y te levantas de donde estás, continuas tu camino con miedo de mirar atrás. Todos necesitamos una forma de desahogarnos y las mías son llorar, escribir, cantar... Todas muy distintas pero con un mismo fin: expresar emociones, sentimientos... Ahora escribo esto que no se si alguien leerá. Si ahora estás leyendo esto sabrás que no soy esa chica dura que intento aparentar, soy demasiado débil y mi amiga, la soledad. Sólo escribo esto con un único fin: poderme desahogar.  Ahora me despido de vosotros y de mis lágrimas, tengo que continuar mi camino.