No aguanto más esta situación. Cruzarme con él por la calle y no poder hablarle, no poder ni siquiera decirle "hola"... Nada. No poder mirarlo frente a frente. No poder abrazarle, besarle, no poder sentirle cerca de mí. Tener que conformarme con verle de lejos, con cruzar nuestras tímidas, aunque a veces directas, miradas a metros de distancia. Ver cómo otra es dueña de sus besos, de sus caricias, de sus "te quiero"...
Sentir celos que no me queda otra más que tragarme. Intentar chocarme con él sin éxito alguno. Buscarle en cada maldito rincón del barrio sin tener otro resultado que el fracaso. Escuchar una moto bajo mi ventana y correr a asomarme por si es él. Escuchar una persiana y asomarme a la ventana a mirar la suya.
Preguntarme qué pasa por su mente al verme. Qué pensará de mí.
Extrañar unos besos que nunca tuve, que no tengo, que nunca tendré.
Solo espero poder, aunque sea, hablar con él algún día... Y espero que ese esperado día llegue pronto. Mientras tanto, sigo esperando asomada a la venta mirando a la suya...
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