Avanzando a la deriva

Vuelvo a estar mal. No soy capaz de avanzar. Un alto muro de piedra se eleva ante mí impidiéndome avanzar. "Escala el muro", dirás. Créeme si te digo que lo he intentado una y mil veces más hasta que flaquearon mis fuerzas. Justo cuando estaba a punto de alcanzar lo más alto del muro, caí. Como premio de consolación me quedé con un corazón roto y sin más amor que dar. Lo siento, se me ha agotado, ya no me queda de eso.

Primero alguien me dijo que quería ser mi héroe, pero más que un héroe fue un villano. Luego llegó él, diciendo que yo era la suerte de su vida y que nunca me dejaría caer. Mintió, me traicionó y me dejó caer desde lo más alto.

Y ahora estoy de nuevo aquí, tirada en la cama, con un boli y una libreta en la mano a altas horas de la madrugada. "¿Qué haces despierta a estas horas? " te preguntarás. El insomnio vuelve a ser el protagonista, las pesadillas se repiten cada noche nada más cerrar los ojos. Mi vieja amiga soledad me acompaña. Mientras, la tristeza se apodera de mí a una velocidad de vértigo.

No se muy bien cómo he llegado hasta aquí, mucho menos se a dónde he de ir, ni qué camino seguir. Avanzo sin rumbo de la mano de la muerte. Ella me tendió la mano en cada una de mis caídas. En definitiva, 'Life is just a game we've lost'. La muerte gana todas las partidas, unas veces tarda más, otras veces menos, pero SIEMPRE gana.

Sed felices.