¡Feliz año 2014!

Un nuevo año llega a su fin, con sus momentos buenos y sus momentos malos, dejando huella en mí a través de personas y vivencias. Personas que comenzaron a mi lado este 2013 que despedimos, otras que llegaron durante él y las que, de una forma u otra, ya no forman parte de mi vida. 

Esas mismas personas que llegaron hace tiempo a mi vida, con las que he pasado este último año, espero que sigan compartiendo momentos conmigo. Ellos son, entre otros, mi otra mitad (no penséis en ninguna relación romántica, puesto que esa persona para mí, más que un amigo, es como un hermano de padres diferentes. A pesar de la distancia, a pesar de que lo veo muchísimo menos de lo que me gustaría. Él sabe quién es); mi geme de mi alma, con la que tantas noches he compartido; mis compañeras de batalla, Miss C y Miss Smile; una de mis tantas compañeras de conciertos, Miss Blue; esa persona que un día aterrizó en mi vida, ese que tantas sonrisas me roba, ese tan parecido y, a la vez, tan diferente a mí, llamémosle Mister X; y todas esas personas que llegaron a mi vida antes de nacer yo, o yo misma recibí como otros antes hicieron conmigo. Si no te menciono aquí, no pienses que no eres importante para mí, si tuviera que mencionar a todos uno por uno, me faltaría tiempo y espacio. 

A todas esas personas con las que he compartido algún momento este año que llega a su fin, GRACIAS. Gracias a secas, gracias por todo, y gracias por nada. 

¡Feliz año 2014!

Just friends

"No fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero te quise y te quiero, aunque estemos destinados a no ser"

Ni fuimos, ni somos, ni seremos. Nunca hubo promesas de amor, tampoco sentimientos olvidados. No fuimos dos, ni solo uno. Tan solo fuimos quienes, en silencio y de forma diferente, se quisieron y se quieren. Queriendo libremente, sin compromisos o ataduras. Protegiéndonos del dolor el uno al otro lo mejor que podemos, aprendiendo juntos las lecciones que la vida se empeña en enseñar a base de palos. "No podría soportar que no existieras. Eres muy importante".

Lluvia

Me encanta sentir la lluvia mojando mi cara. Me gusta el olor que va dejando a su paso. Me encanta ese sentimiento que trae consigo. Esos recuerdos, esos momentos vividos. Me gusta saltar los charcos, no importa si me mojo. Sí, exactamente como hacen los niños pequeños. Me gusta remover el agua de los charcos con el paraguas en busca de lombrices. Ah, y cantar. Me encanta cantar bajo la lluvia. Eso me hace sentir como en uno de esos musicales que tanto me han gustado siempre. Esos que acaban con un hermoso y ardiente beso de amor bajo la lluvia. 

Nada es lo que parece

A veces una sonrisa oculta un mar de lágrimas. Lágrimas disfrazadas de sonrisas. Tristeza camuflada de mal humor. Sentimientos ocultos detrás de un insulto. Definitivamente, nada es lo que parece.

Hay personas que simplemente llegan, marcan y se van

"Hay personas que simplemente llegan, marcan y se van"

Y no hay más realidad que ésta. Esas personas pueden estar con nosotros, años, meses, semanas, días o incluso unos minutos, y en ese tiempo te enseñan algo más sobre la vida, algo que probablemente nunca nadie podría enseñarte. Y lo aprendes sin ser consciente de que lo has aprendido, y quizás mucho antes de que la vida haga que lo aprendas por ti solo/a. Pero no es hasta el momento en el que la vida haga que lo pongas en práctica cuando te das cuenta de ello. Son estas personas las que hacen que veas el verdadero significado de la vida, si es que lo hay. No hay nada como aprender sin saber que aprendes.

¿Quién eres?

Silencios que gritan

Despedidas que te queman un poquito que no te deberían quemar. No es un adiós, es un hasta pronto. Cruces de miradas, ojos que brillan y silencios incómodos. Tímidas sonrisas, besos escondidos y palabras vacías. Si aprendiéramos a escuchar e interpretar silencios... Los silencios cuentan más cosas de las que dejan de contar. Sentimientos escondidos, palabras no dichas y te quieros omitidos.

Y, si un día desaparezco, no me lo tengas en cuenta

Ni amigos ni enemigos. Ni te veo ni me ves. Ni todo ni nada. Ni juntos ni separados. Ni novios ni amigos. Ni te quiero ni te dejo de querer. 

"Y, si un día desaparezco, no me lo tengas en cuenta"

Preparativos navideños

"-Abuela, ya huele a Navidad. Viene por esa rendija de ahí, ¿lo ves?"

Sacar el árbol y demás adornos navideños. Alistar el árbol, poner el belén, hacer bollos con la abuela, escuchar y cantar villancicos, reuniones familiares; bufandas, guantes y abrigos... Preparativos navideños.

Se acercan las fiestas, y la ausencia de los que ya no están se hace más notable, pesada y dolorosa. 

"El camino que lleva a Belén baja hasta el valle que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a su rey, le traen regalos en su viejo zurrón, ropopopón, ropopompón..."

Tu villancico favorito, ¿te acuerdas? Lo cantabas todo el año, ¿cómo olvidarme de él? La navidad pasada era incapaz de escucharlo, me dolía demasiado, y a día de hoy sigo sin poder hacerlo sin llorar. Las cosas de la vida, que te llevó demasiado pronto, abuelitito. Segunda navidad sin ti. 

Un año, ya ha pasado un año entero.Te echo de menos, lalo. Vuelve a ser Navidad, vuelven las sonrisas perdidas, vuelven los turrones, los mantecados, las panderetas y la zambomba. Los brindis con vino dulce y las copitas de anís. Vuelven los recuerdos, la añoranza y los sitios vacíos en la mesa. 

Un año más que llega a su fin. Despedimos al 2013 y damos la bienvenida al 2014, con grandes sonrisas  y brindando con champán.

Se abre el telón.

Añoro a ese alguien con quien compartir momentos. Momentos a secas, porque no hay ningún momento igual a otro. Las circunstancias cambian, las personas también. Los escenarios y el guión.. Los momentos que hemos vivido, las pérdidas que hemos tenido y las nuevas incorporaciones al show. Se abre el telón, es hora de volver a actuar. 

Sola y perdida

Siempre sola. Sola perdida en mis pensamientos. Sola interna en mi habitación. Sola rodeada de recuerdos. Sola entre canciones. Sola ante el dolor. Sola mirando a la nada. Sola intentando entender. Sola sin alguien a quién dar cariño. Sola y perdida. Perdida en un mundo de mentiras. Perdida en un mundo cruel. Perdida en un mundo cobarde. Perdida en un mundo irreal. Perdida en un mundo donde el amor ha pasado a un segundo plano. Perdida en un mundo superficial. Perdida en mis pensamientos. Perdida buscando mi lugar. 

Me siento perdida. Perdida entre la multitud, perdida en los sentimientos, perdida en la vida. 

Noches de ojalás

Una noche más, mi almohada se empapa con mis lágrimas. Ojalá poder escapar de este mundo. Ojalá poder empezar una nueva vida, en un lugar lejano, con personas diferentes, sin nadie conocido, con todo y todos por conocer. 

Hoy es uno de esos días en los que solo tengo ganas de llorar. Uno de esos días en los que no sé lo que digo, lo que escribo, lo que pienso, y mucho menos, lo que siento y lo que quiero. Hoy es uno de esos días, pero ¿qué días? 
Me arriesgaré a decirte que te quiero, aun siendo yo quién pierda esta partida. Quisiera alzar mi voz al viento, reír, llorar y amar contigo. Recorrer el mundo de tu mano y luchar cantando. Huyamos al mundo de los sueños.
Sensibilidad a flor de piel. Esa sensación que va conmigo siempre. Del todo por el todo. Nada que decir, nada que sentir.  Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de mí. No escuches, los raros son ellos. De los que aman sin poder amar. Que la vida es más si la quieres compartir. Recuerdo que solías jugar a mirarme hasta que salía el Sol. Fui solo una más de cientos. Un billete de ida para huir de la rutina.

Trece.

Cerrar la maleta y salir hacia la estación. Por el camino estás repleta de ilusión, amor que ofrecer y ganas. Ganas a secas. Llegas a una ciudad en la que estuviste hace hace tanto tiempo, cuando apenas tenías un par de años. Bonito reencuentro, piensas. Te esperan grandes momentos en esa maravillosa y bella ciudad. Te vas a dormir con una gran sonrisa y despiertas con otra mayor aún, sin saber que el día no acabará como esperabas. Vuelves a ver después de mucho tiempo a una persona especial para ti, todos cantáis acompañados de una guitarra y la espera os une de una forma extraña. Al caer la noche llegan las lágrimas, la tristeza, la desilusión y nadie os da una explicación. El lugar está repleto de policías que dicen no saber nada. Nadie tiene una respuesta de lo que ha ocurrido, nadie tiene un porqué. Vais de un lado a otro buscando respuestas. Nada. Mañana será otro día, piensas. Las horas pasan y tu mente sigue en aquél lugar infernal. Logras alcanzar algo de paz. Risas en familia y paseos por la ciudad. Ya queda poco tiempo y lo has de aprovechar. Entras a la habitación, vuelves a alistar la maleta para la vuelta y te despides con desgana. "Hasta pronto, Granada", susurras al viento. Subes al autocar y miras por la ventana las sombras pasar imaginando bellas historias que nunca contarás.

Abrázame antes de irte a dormir. Despiértame con un beso. No me dejes pasar frío. Aliméntame con tu amor. Contágiame tu olor. Permíteme ser el motivo de tu sonrisa. Deja que te colme de amor. Ahuyentemos el dolor.

Ya no estás

Vuelve a sonar esa canción que te gustaba tanto. Y la canto a pleno pulmón, pero ya no escucho tu voz tarareando. Y miro a todas partes, y te busco sin descanso. Pero ya no estás, debería de hacerme a la idea de que no volverás.

Vis a vis

Qué bonito mirar la sombra que hacen las rejas

mientras meto las orejas en el centro de tu andar,

si el mundo está del revés habrá que buscar cordura

y una pizca de locura para saber quererte más.

Ayer te escribí una carta, hoy te escribo esta canción,

mañana tenemos cita donde le roban tiempo al amor. 

Volaremos sin movernos y donde haya que firmar

me haré una pequeña herida con sangre que abarca el mar, 

para dejar por escrito que no voy a abandonar

y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar.

[...]

Esta voz no hay quién la calle, ni la pared ni el cristal.

Fuera se te echa de menos, anda llorando la libertad.

Y después nos dejaremos si nos queremos dejar

a ellos nunca les dejamos, sus cadenas son de sal.

Y una sal que se deshace con más lágrimas de sal

de tu quejido y el mío en vis a vis quincenal.

[...]

- Leiva      

Besos robados, medias sonrisas y tímidos "te amo".

Volveremos.

Volveremos a aquella pequeña sala donde nuestros caminos se encontraron. Volveremos a alzar la voz al viento, acompañados de esa dulce melodía nuestra. Volveremos a susurrar por momentos, a rozar nuestros labios en silencio. Volveremos a aquél lugar en el que un día te comencé a amar.

Buscando mi sitio me perdí, y no sé por dónde seguir. Sería buena idea que estuvieras aquí, y no alejándote de mí. 

No hay nadie que me enseñe lo bonito que es sentir. 

Me encuentro sola y perdida, ahogada en la rutina. Sin medias sonrisas, sin caricias matutinas. 

Rodeada de recuerdos que confirman que ya no estás, que te fuiste sin mirar atrás. Que ya no somos más.

Mentiroso compulsivo

Después de todo este tiempo no puedo evitar preguntarme si realmente me quisiste, si realmente eras feliz estando a mi lado, si esas sonrisas robadas eran reales o fingidas, si todas las veces que me miraste a los ojos y me dijiste que me querías mentías o si realmente lo sentías. Dime, ¿alguna vez sentiste algo por mí? ¿O acaso todos los momentos que vivimos juntos forman parte de una gran mentira? Dime si realmente alguna vez sentiste esas mariposas en el estómago o eso que más bien parecieran abejas asesinas. Dime, ¿por qué tantas mentiras? ¿De qué sirve estar con alguien a quién no quieres realmente? ¿Para qué mentir? Di lo que realmente sientes.

Cartas Entrelazadas

Una tarde sin fin, un teléfono, un espejo que no deja de esperar, unos labios sin beso, una pareja sin sexo, una parada de más.

Una historia que no existe todavía, unas cartas recordando nuevos días, un abrazo que no tiene salida, un por qué camuflado en ironía.

No puedo describirte, no puedo si quiera nombrarte. Sólo son líneas que caen sobre el papel intentando dibujarte.

Una parcela de cielo en la tierra, el mundo entero en tu regazo, una puerta por la que siempre pasar, un billete de ida para huir de la rutina, un mirador con vistas al infinito, este insomnio placentero, el olor de la ansiedad sobre mi almohada, una última caricia en mi ciudad callada. [...]

Una pregunta que aún no quiero entender, una respuesta en tu mirada, un mar de aceite que me vuelve a sorprender, cuando en mi vida haces tu entrada. [...]

- Auryn       

Me encanta el olor a lluvia que entra por la ventana a altas horas de la madrugada, porque trae consigo la nostalgia. Me encanta girarme dormida y abrazarme a ti, pero lo odio simultáneamente. Me encanta mirarte y no poder evitar sonreír, pero lo odio porque hace que me sienta idiota. Me encanta pasear junto a ti bajo la lluvia compartiendo paraguas, pero lo odio porque si no te mojas tú, me mojo yo. Me encanta besarte bajo las sábanas una noche de tormenta, porque me recuerda a las películas. 

Odio que me encantes, pero me encanta odiarte.

El amor es ciego

El amor es una gran mierda cubierta de purpulina, y ésta nos causa la famosa ceguera del enamoramiento. Por lo que, cuando nos enamoramos de una persona, no podemos ver su verdadero yo, sólo vemos lo que queremos ver. No conocemos realmente a la persona de la que nos enamoramos hasta que no nos rompe el corazón en mil pedazos. Y ahí nos damos cuenta, en ese momento en el que la ceguera comienza a remitir. Y con un suave soplo, la purpulina desaparece. 

Con las ganas

Recuerdo que al llegar ni me miraste, fui solo una más de cientos y, sin embargo, fueron tuyos los primeros voletéos.
Cómo no pude darme cuenta que hay ascensores prohibidos, que hay pecados compartidos, y que tú estabas tan cerca.
Me disfrazo de ti, te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
Mis anclajes no pararon tus instintos, ni los tuyos, mis quejidos. Y dejo correr mis tuercas y que hormigas me retuerzan.
Quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada. Que tus yemas sean legañas enganchadas a mis vértices.
[...]
No sé qué acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos. Nuestra incómoda postura se dilató en el espacio.
Se me hunde el dolor en el costado, se me nublan los recodos, tengo sed y estoy tragando, no quiero estar a tu lado.
[...]
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos... Y las palabras se me apartan, me vacían las entrañas.
Finjo que no sé, y que no has sabido. Finjo que no me gusta estar contigo... Y al perderme entre mis dedos te recuerdo sin esfuerzo.
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos...

- Zahara       

Un fuerte olor a lluvia inundaba la habitación. Como banda sonora, el sonido de la lluvia acompañada por truenos y relámpagos. A cada rato una especie de flash iluminaba la estancia. Ajenos a todo aquello, ellos se miraban con pasión. Los tímidos besos se convirtieron en pasión. Se perdieron el uno en el otro en aquel rincón. Suspiros acabaron en gritos de placer. Se dejaron llevar hasta vencerles el sueño al amanecer.

I'll be OK

Cuando todo va mal y las cosas son un poco raras, ha pasado tanto tiempo que has olvidad cómo sonreír.
Y arriba el cielo está claro, pero sigue pareciendo que llueve para ti, y tus únicos amigos tienen todos mejores cosas que hacer. Cuando estás depre y perdido y necesitas una mano amiga, cuando estés depre y perdido, solo en el camino, sólo dite a ti mismo: Estaré bien.
Ahora las cosas solo van a peor y necesitas alguien a quién culpar. Cuando tu amor se ha ido, y no hay nadie con quien compartir el dolor. Duermes con la tele encendida y mientes en una cama vacía. Ni todo el alcohol del mundo podría ayudarme a olvidar.
[...] 
No estás solo, no estás solo, no estás solo.
Sólo dite a ti mismo: Estaré bien. 
Cuando estás depre y perdido y necesitas una mano amiga. Cuando estés depre y perdido, solo en el camino, inténtalo un poco más, intenta hacerlo lo mejor que puedas durante el día. 
Sólo dite a ti mismo: Estaré bien, estaré bien, estaré bien...

- McFly

Why?

¿Por qué cada vez que me llega un mensaje tuyo me da un vuelco el corazón? ¿Por qué mi sonrisa es más sincera cuando se debe a ti? ¿Por qué tienes tanta facilidad para hacerme extrañamente feliz? ¿Por qué contigo no soy capaz de enfadarme más de dos minutos? ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil y a la vez tan fácil cuando se trata de ti? ¿Por qué seré especial para ti? ¿Por qué tan lejos pero a la vez tan cerca? ¿Por qué me siento así?

Siempre estás ahí

Hoy escribo sólo para ti, tú que siempre estás ahí y se que seguirás por mí. 
Y si tengo ganas de llorar, tú me abrazas y se va, y se va...
Juntos seguiremos el compás, juntos es más fácil caminar, que la vida es más si la quieres compartir.
Y no pararemos de soñar, pero soñaremos a la par, porque nada es más sencillo que sentir que siempre estás ahí.
La aventura acaba de empezar, y lo que tenga que llegar más nos unirá.
Y no se qué pasará, yo me lanzo sin dudar si vamos todos...

- Auryn  

Imposibles.

Por mucho que lo neguemos, sí hay imposibles. Es imposible que alguien que falleció vuelva a la vida. Es imposible adelantar y retroceder el tiempo.Es imposible controlar los sentimientos. Es imposible que haya dos personas exactamente iguales, en lo que se refiere a físico y personalidad. Es imposible vivir eternamente. Es imposible detener el tiempo. [...]

Las personas son el resultado de la suma de todos los momentos que han vivido

Hay días que por mucho que se quiera, no se olvidan. Esos días pueden ser buenos o malos. Las imágenes de esos días me vienen una y otra vez. Imágenes, palabras, lugares, personas... Aún recuerdo cada mínimo detalle, como si acabase de ocurrir.

Recuerdo cuando me llamaron, cada una de las palabras que me dijeron y el tono con que las pronunciaron, recuerdo cuando abrí la puerta, sus rostros, sus miradas, sus abrazos, sus intentos de consolarme... Absolutamente todo. En ocasiones el cerebro borra los recuerdos dolorosos, es un tipo de amnesia. Pero, ¿por qué no ocurre siempre así, por qué no elimina todos los recuerdos dolorosos que tenemos? Creo tener la respuesta: para ayudarnos a madurar, a hacernos más fuertes, a crecer como personas... Por alguna parte un día leí que las personas son el resultado de la suma de todos los momentos que han vivido, momentos buenos y momentos malos. Tal vez sea esa la razón por la que recordamos muchos de los momentos dolorosos que vivimos a lo largo de nuestra vida. Lo que más extraño me parece de todo esto es que aparentemente "eliminamos" de nuestros recuerdos buenos momentos, quiero decir, que no logramos recordar con tanta exactitud las cosas buenas, recordamos mejor las malas. Al menos es lo que me ocurre a mí. En fin, que el que una persona sea de una o otra forma no solo depende de la educación que le den sus mayores, sino de las cosas que le toque vivir a lo largo de su vida y de cómo se enfrente a ellas. 

Sentir calor y frío, sentir ganas de reír y llorar, ganas de dormir y bailar, de gritar y callar... 

Mejor subir al tren que ver cómo se aleja. Lo malo viene después, cuando decides bajar de él o te echan a la fuerza. Lo ves alejarse sin que puedas hacer nada, y lo más triste es que sabes que nunca volverás a subir en ese tren.

Aprovecha las oportunidades que la vida te brinda.

Juguemos al amor. Dejemos los besos para luego. Perdámonos entre las sábanas. Detengamos el tiempo a base de caricias.  Ssshhh, deja que memorice los lunares de tu cuerpo. Suspiremos y dejémonos llevar...

Y aquí estoy una vez más, atascada en el mismo punto

Enero de 2012. Noviembre de 2012. Agosto de 2013. De diez en diez. Y una vez más aquí, rodeada de dolor, tristeza y lágrimas. Aguantar ese maldito nudo en la garganta un millar de veces, hasta que no puedes más. Y lloras. Sabes que el llanto no calmará el dolor, pero aún así, lloras. Lloras de tristeza, de dolor, de amargura, de pena, de desesperación, de ansiedad, de nerviosismo, de agotamiento... Sabes que llorando solo conseguirás ponerte peor tú y a los que te rodean, sin embargo lloras. Lloras hasta el punto de no saber por qué lloras, si es por la persona a la que has perdido o por ver mal a tus seres queridos. Lloras para desahogarte quizás. Tus fuerzas flaquean y te faltan las ganas, pero tienes que hacer un esfuerzo más, si no lo haces por ti, lo haces por ellos. Un mal rato más. Cierras los ojos y visualizas su rostro. Piernas temblorosas, voz quebradiza. Estás dentro de una pesadilla de la que no consigues escapar. Cómo puede cambiar tu vida en apenas unos minutos...

Misteriosamente todo el mundo te dice lo mismo cuando alguien de tu entorno fallece. Y para colmo no se molestan en cambiar ni una sola palabra. Pocos te preguntan cómo estás, y la mayoría lo hace por quedar bien, no porque realmente le importes. Abrazas a alguien a quien quieres más de lo que pensabas por primera vez. Necesitabas ese abrazo, necesitabas sentir que todo iba a estar bien. Te secas las lágrimas por millonésima vez ese día, te dibujas una sonrisa y sigues tu camino.

Tú tan necesitado de amor y yo con tanto amor que dar.

Y viceversa.         

Más que amigos, menos que novios

Recuerdo el día en que nos conocimos como si fuese ayer. Algo me llevó hasta aquél centro comercial, no sabía muy bien el qué, pero lo descubrí con el tiempo. Justo cuando salía de allí coqué con él, con su mirada azul, con su sonrisa. Todo en mí cambió en ese instante. Perdí la noción del tiempo, cuando me quise dar cuenta era de noche y estaba en un bar cercano con él, con un completo desconocido hasta hacía apenas unas horas. Se hacía tarde y tenía que cruzar en bus la ciudad para llegar a casa, y si no me daba prisa, perdería los últimos autobuses. Nos despedimos intercambiando nuestros números y con la promesa de volver a vernos pronto. Unos días después volvimos a vernos, no había pasado ni una semana y hablar con él a todas horas se había vuelto una especie de droga. Estaba más nerviosa que en mi primera cita unos años atrás, había tardado en arreglarme más de tres horas y dejé mi habitación hecha un auténtico desastre, con montones de ropa por todos los rincones. Parecía una niña tonta bajo los efectos del primer amor, quizás fuera porque estaba falta de cariño. Llegué temprano para mi sorpresa y también para la de él, que llegaba un poco tarde. Las semanas consecutivas nos la pasamos hablando por chat, y yo, para qué negarlo, necesitaba verlo. Quedé en esperarle a la salida de la uni para ir a comer a su casa, que estaba sola dado que sus padres estaban fuera. Había habido coqueteo entre ambos desde el día que nos conocimos, pero nunca habíamos llegado a nada, ni tan siquiera un simple beso. Hasta ese día. Abrí el frigo y al cerrarlo, me topé con su boca a escasos milímetros de la mía. Sentí cómo el universo se detenía mientras saboreaba sus labios. Perdimos el control de nuestros cuerpos, la ropa sobraba y dando tumbos por el piso llegamos hasta su cuarto. Estaba nerviosa, pero, a la vez, me sentía segura. Nunca había tenido tantas ganas de fundir mi cuerpo con otro y, al parecer, no era la única. 

Esos encuentros se volvieron cada vez más frecuentes, hasta que un día, sin saber cómo ni por qué, dejamos de vernos. Mi cama se volvía grande sin él, mi piel estaba fría sin sus caricias, mi pelo no se enredaba entre sus dedos, mis labios necesitaban los suyos y yo, necesitaba su amor. Pasaron meses antes de que volviéramos a hablar, él siguió su camino y yo intentaba dar con el mío, cuando un día, por sorpresa, me habló por chat. Ahora él tenía su vida, su pareja, y yo tenía mi vida, mi chico y mis problemas. Nada nos unía salvo aquéllos sentimientos que seguían vivos en nosotros en forma de recuerdos. No perdimos el contacto, pero no volvimos a hablar hasta unas semanas después, nuestras vidas habían cambiado de forma que ninguno esperaba. Volvíamos a estar solos; la misma soledad que un día nos unió, volvía a juntarnos. 

Ni contigo ni sin ti, esa era de nuevo nuestra vida. Mis dedos temblorosos recorrían una espalda conocida, mis labios saboreaban a aquéllos otros que tanto habían anhelado, volábamos de la mano de nuevo juntos... 




PD: Como tú mismo me dijiste," Sólo somos malvados y crueles y despiadados juju".

Cosas que hacer antes de morir

- Paracaidismo.

- Asistir a un concierto de los Jonas Brothers.

- Escribir (y publicar) un libro.

- Ir a un concierto de Demi Lovato.

- Vivir (aunque sea una temporada) en Madrid.

- Visitar Londres.

- Hacer un tour por USA.

- Ser mamá.

- Ser feliz.

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¡Felicidades Yorch!

Justo hoy hace diecinueve años, llegó junto con el verano un chico que, a día de hoy, es una de las personas más importantes para mí. Puede que apenas le vea, puede que nos separen más de doscientos kilómetros y puede que no hablemos a diario, pero sé que si le necesito siempre estará ahí. Y no hace falta que le diga que si algún día necesita algo, me tiene aquí. "A kilómetros de distancia, pero bajo un mismo cielo". Sabe sacarme una sonrisa hasta en mis peores momentos, me ayuda y aconseja siempre que lo necesito, me escucha, me apoya, reímos juntos, planeamos mil y una aventuras, tan solo con la forma en la que escribimos sabemos si el otro está bien o mal. 

Hace 427 días que nos conocemos y espero que esta amistad a la distancia dure muchísimo tiempo (sabes que no lo digo por decir). No sé si fue pura coincidencia, el destino o cualquier otra de esas cosas, pero aquél día no lo cambio por nada. Lo que daría por poder darte un abrazo en el día de hoy... O al menos poder hacerlo pronto. Tengo tantas ganas de verte y poderte achuchar que... ay, no lo puedo explicar. Espero que este día haya sido especial para ti y hayas sido extremadamente feliz, que es lo que te mereces después de tanto como has pasado. Se suponía que esto era una felicitación de cumpleaños, y parece de todo menos eso... jajaja. 

¡¡¡¡¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES MI AMOR!!!!!

No olvides nuestro "Giro de Sol"

RECUERDA : nos quedan muchas cosas por vivir juntos :)

PD : Te quiero

¿Por qué?

Mis ganas y fuerzas decaen. Siento que ya no puedo más, me desvanezco en la oscuridad y el silencio me atrapa. Lloro porque ganas de reír no me quedan, canto para intentar olvidar, grito para sacar todo lo que llevo dentro, me quiebro en un llanto silencioso. Miro atrás y los recuerdos invaden mi ser, miro hacia delante y no veo nada, todo negro, sólo oscuridad. ¿Por qué? Aparento que nada me importa, que soy fuerte, pero no. Soy todo coraza, y ésta empieza a resquebrajarse sin freno. 

De tanto caer, aprendí a levantarme sola, sin ayuda de nadie. De tantas promesas rotas, aprendí a no creer en ellas. De escuchar tantas mentiras, aprendí a no creer en nada, en nadie. Dejé de buscar para avanzar a la deriva, sin saber qué esperar, sin saber con qué me toparé. Dejé de pensar en el mañana, esperando que todo acabe pronto. De pronto me vi sola, sin nadie caminando a mi lado, sin alguien que me coja de la mano, sin alguien que me ayude en mis caídas, sin nadie que me seque las lágrimas, sola en el silencio. Con mi corazón en la mano buscando a alguien que lo sane o alguien que lo pare, avanzando sin rumbo por la oscuridad acompañada del silencio y de mi voz.

El otro día me lo crucé por las calles de la ciudad. Nuestras miradas se cruzaron y empecé a recordar. Recordé que a su lado me sentía diminuta, el con su metro noventa y nueve y yo con mi metro cincuenta y siete. A su lado me sentía protegida, sentía que a su lado nada malo me podía pasar. Recordé que me hacía sentir especial, que nunca nadie me había hecho sentirme así jamás. Recordé nuestras promesas de amor, promesas que, por una razón u otra, ambos rompimos. 

De pronto sentí que volvía a detenerse mi universo, como cuando estábamos juntos. Nunca nadie, aparte de él, lo había logrado detener jamás. Me fijé en su pelo, sus tímidos tirabuzones ya no estaban, había decidido cortarlos. Su mirada había cambiado, ya no brillaba como antes. Su sonrisa, bueno, su sonrisa ya no estaba. Se fue al igual que la mía. Intenté recordar por qué ya no estábamos juntos. No logré recordar nada al respecto. Sin embargo, recordé todos y cada uno de los días que desperté a su lado, los paseos nocturnos por el río agarrados de la manos, el aroma que dejaba impregnado en mi piel cada vez que hacíamos el amor, las noches de tertulia, los mil y un conciertos a los que fuimos juntos, el día en que nos conocimos, las largas noches de estudio a su lado, sus capuchinos, sus besos de buenos días, las caricias durante el desayuno, los domingos en el sofá... Todo aquello había quedado atrás y no conseguía recordar por qué. 

Cuando quise darme cuenta lo tenía frente a mí, a escasos centímetros. Me tendió la mano y la acepté, me acercó a él y me abrazó tan fuerte que logró hacerme sentir que todo iba a volver a estar bien. Ahora estoy aquí, en la sala de espera de un hospital esperando que el cirujano salga de quirófano y me diga que todo ha salido bien. Justo el día que decidimos tomar un café en la misma cafetería en la que nos conocimos hace poco más de tres años, justo cuando estaba decidida a confesarle que sigo profunda y completamente enamorada de él, un conductor temerario se saltó el semáforo mientras cruzábamos la carretera de la mano. Lo vio de lejos y me empujó para salvarme. Ahora se debate entre la vida y la muerte por mi culpa. Si él se va, yo me iré detrás de él, no podría vivir sin él, y mucho menos sabiendo que murió por salvarme una vez más. 

Amor, ¿qué es eso?

Hoy han vuelto a preguntarme por él. No supe qué contestar una vez más. Podría decirse que le he empezado a olvidar, empezado... Todo lo que empieza tiene un fin, solo que algunas veces ese final tarda más en llegar. Me gustaría ser capaz de continuar a la deriva, donde me lleve la corriente, enganchándome con cada tío que me cruce por el camino, pero no puedo, no me sale. Él continúa de cierta forma dentro de mí. Era demasiado bonito para ser verdad, parecía un sueño del que temía despertar. Me estampé contra el suelo y el dolor me despertó.

"Tomar decisiones y atenerse a las consecuencias. Así de simple. Así de complicado", leí un día en alguna parte. La vida me enseñó a aprovechar al máximo las oportunidades, y eso trato de hacer. 

Un amor del pasado llama a mi puerta de una forma escandalosa. Yo permanezco frente a ella temerosa de que consiga echarla abajo. Temerosa, sí. Tengo miedo. ¿Miedo a qué? Miedo a todo. Miedo a nada. Miedo a lo desconocido, miedo al pasado, miedo al amor y al desamor, miedo a intentarlo y, de tanto intentarlo, volver a fallar. Qué sé yo. No me entenderéis, no me entiendo ni yo. No sé lo que quiero, no sé quién soy ni a dónde voy.

Alguien dijo una vez que "el amor es el único sentimiento que puede mover al mundo y a tu corazón". Uno de los otros tantos intentos de describir lo indescriptible. El amor. Bonita palabra. Amor. Bonito sentimiento. Amor. ¿O quizás no? Quién sabe. El ser humano persiste en describir lo indescriptible, se empeña en explicar algo que puede que nunca haya sentido. ¿Cómo explicar algo que no entiendo? Yo, sinceramente, no entiendo el amor, el amor en general. El sentimiento de amor, la acción de amar. Probablemente nunca lo entienda. 

"Que si te van a querer a ratos, es mejor que no te quieran".

Se acerca el fin de una de las etapas más importantes de mi vida. Una etapa que finaliza para dar paso a otra quizás más importante aún. Probablemente en unas dos semanas me gradúe. POR FIN. Después de tres años en bachillerato y siete en el mismo instituto, estoy deseando salir de aquí e irme lejos. Aunque he de admitir que tengo un poco de miedo. Mi futuro es incierto, no tengo absolutamente nada claro. Bueno, una cosa sí. Quiero ser feliz. En lo que respecta a ,o futuro estudiantil, no tengo la más remota idea de qué camino escoger. ¿Algo de ciencias tal vez? ¿Algo relacionado con la fotografía quizás? Me queda poco más de un mes para echar la solicitud al centro que sea para continuar mis estudios el año que viene, y mucho me temo que en tan poco tiempo no lograré aclarar mis ideas.

Envidio a esas personas que desde niños han tenido claro qué quieren hacer con sus vidas. Yo, a mis 19 años y poco más de dos meses, aún no sé a qué me quiero dedicar el día de mañana. Me gusta vivir el presente y no pensar demasiado en el futuro, tal vez por esa razón no sepa a estas alturas de mi vida qué hacer con ella. Si algo tengo claro, es que me gustaría escribir un libro. Y no me refiero a un Best Seller. Me conformo con que unas pocas personas se paren a leerme. En fin... yo sigo soñando, que es lo que mejor se de da, a ver si mientras tanto ocurre un milagro y me topo por el camino a mi verdadera vocación.

Lágrimas negras surcan sus mejillas. Siente que las cosas ya no pueden empeorar más. Carece de motivo aparente por el que levantarse cada mañana con una sonrisa. Lo peor de llorar cada día, es tener que hacerlo a escondidas. Aquella chica de mirada dulce y alegre se enamoró y, desde ese instante, se fue para nunca más volver. Se acostumbró al dolor, a la soledad y a que todos le fallaran. No es muy sociable, pero la misma sociedad la convirtió en la chica que es a día de hoy a base de zancadillas y golpes. No le teme al amor, le teme al idiota que pueda romper su corazón, ese corazón que con tanto esfuerzo trata de sanar. Cada día llora encerrada en el baño o en su habitación, luego lava su cara con agua fría, fuerza una sonrisa y sale de su escondite.  A veces, un grito sordo rompe el silencio como un trueno que abre el cielo. Si por ella fuera, habría dejado de sufrir hace tiempo. Desearía estar durmiendo, soñando ese sueño eterno. En varias ocasiones lo había intentado, pero no pudo. No por cobardía ni desgana, sino por la poca gente que la quería. Se fuerte, se repetía. Hazlo por ellos, se decía. Escondía su tristeza con una sonrisa, tapaba las cicatrices de su corazón y las heridas de su mente. Hasta que un día no pudo más, se despidió de todos una noche, se fue a dormir y nunca más despertó.

Día especial...

Heartbreakers. La ficción y la realidad caminan de la mano. Una canción sin letra. Unas letras sin melodía. Un libro por escribir. Una historia que da comienzo. Un comienzo sin fin. Una pareja que no existe todavía. Un Romeo que espera ansioso bajo la ventana de su Julieta. Glaciares en el corazón. Besos que se dan con la mirada. Indirectas directas al corazón. Miradas y sonrisas que enamoran. Aguantar mis ganas de comerle a besos. 

"Contra esos ojos no puedo competir", dijo él haciendo que mi corazón diera un vuelco. Se marchó y me dejó allí sola. Gané. Pero no recuerdo a qué. Le seguí. Perdí su rastro por un instante. Risas y alguna que otra lágrima retenida. Confesiones. No sé muy bien por qué, pero sentía que podía confiar en ellos. Preguntas indiscretas. Recordar lo vivido con anterioridad y sentir una punzada en el corazón. "Si me lanzo me caeré, ¿verdad?", preguntó. Atónita, no supe qué contestar. Dejé que hablara el silencio por mí, aparté la mirada y me fui. Llegas tarde, tal vez si hubieses aparecido un poco antes... Proposiciones indecentes. Alguna que otra grata sorpresa. Otras no tan gratas. Un adiós que no llegó. Abrazos de despedida. Un "gracias por este día"  que jamás tendré forma de dar como se merecen.


Gracias por todo tanto.

Canciones...

Canciones que te hacen bailar, canciones que te hacen llorar. Canciones que te hacen reflexionar, canciones que te invitan a soñar. Canciones que te entienden mejor que tú. Canciones que te transportan a lugares y tiempos pasados, canciones que te recuerdan a alguien especial. Canciones que dicen lo que no te atreves a decir tú.

Perdida en un laberinto

No sé qué camino seguir. Estoy perdida en este gran laberinto que es la vida. Buscando la salida me topé con tu sonrisa. Seguí tus pasos desde la sombra. Choqué contigo, caminamos juntos de la mano durante un tiempo, pero solté tu mano y te perdí. Ahora un muro se antepone ante mí. Miles de caminos para elegir, lo difícil es saber cuál de todos seguir. ¿Cómo sabré qué camino es el correcto? Arriesgaré todo por uno de ellos, si acierto tendré mi recompensa. Si fallo, aprenderé una lección. Alguien una vez me dijo que "los sueños se cumplen siempre que las personas no los abandonen", también aquello de "quién la persigue, la consigue". Eso haré, seguir mis sueños, si fracaso al menos lo habré intentado. Si tengo éxito, bueno, de ser así yo... yo... ¡¡¡habré cumplido mi sueño!!! Podré demostrar al mundo que eso que decían que nunca alcanzaría, lo conseguí. Será mejor que no cante victoria antes de tiempo, ni si quiera he puesto los dos pies en el camino. Queda mucho por recorrer aún, espero ir hacia el sitio correcto. La espera se me hace eterna. ¿Cuántos laberintos cuya salida es tan difícil de hallar me cruzaré por el camino? Eso nunca se sabe, supongo. Baches tienen todos los caminos, curvas y desniveles también, pero altos muros de piedra... de esos no hay muchos, ¿no? ¿O tal vez sí?

Avanzando a la deriva

Vuelvo a estar mal. No soy capaz de avanzar. Un alto muro de piedra se eleva ante mí impidiéndome avanzar. "Escala el muro", dirás. Créeme si te digo que lo he intentado una y mil veces más hasta que flaquearon mis fuerzas. Justo cuando estaba a punto de alcanzar lo más alto del muro, caí. Como premio de consolación me quedé con un corazón roto y sin más amor que dar. Lo siento, se me ha agotado, ya no me queda de eso.

Primero alguien me dijo que quería ser mi héroe, pero más que un héroe fue un villano. Luego llegó él, diciendo que yo era la suerte de su vida y que nunca me dejaría caer. Mintió, me traicionó y me dejó caer desde lo más alto.

Y ahora estoy de nuevo aquí, tirada en la cama, con un boli y una libreta en la mano a altas horas de la madrugada. "¿Qué haces despierta a estas horas? " te preguntarás. El insomnio vuelve a ser el protagonista, las pesadillas se repiten cada noche nada más cerrar los ojos. Mi vieja amiga soledad me acompaña. Mientras, la tristeza se apodera de mí a una velocidad de vértigo.

No se muy bien cómo he llegado hasta aquí, mucho menos se a dónde he de ir, ni qué camino seguir. Avanzo sin rumbo de la mano de la muerte. Ella me tendió la mano en cada una de mis caídas. En definitiva, 'Life is just a game we've lost'. La muerte gana todas las partidas, unas veces tarda más, otras veces menos, pero SIEMPRE gana.

Sed felices.

Como perros y gatos

Es triste ver cómo echamos a perder los momentos más mágicos de nuestra vida sin darnos cuenta. Lo peor de todo es que los estropeamos por hacer ver quién puede más, por peleas absurdas que no llevan a ninguna parte. Me explico: cuando acudimos a una firma de discos o concierto de algún artista o grupo que nos gusta, lo realmente importante es disfrutar, y no ser el/la que más fotos tenga con ese artista o grupo, el/la que consiga alguna de las púas que suelen lanzar al público o demás bobadas. Lo mejor de acudir a uno de estos acontecimientos es cuando vas con tus amigos/as y os pasáis el día haciendo cola. En la cola pueden pasar un sin fin de cosas maravillosas, como hacer nuevos amigos, que ocurran anécdotas graciosas que contar el día de mañana... Lo que no soporto es cuando hay alguien que va a joderle el día a los demás sea como sea. El/la típico/a listillo/a que tiene que quedar por encima de los demás, haciendo que la espera se convierta en una pelea de perros y gatos que tienen que ganar a cualquier coste. Olvidamos lo más importante de todo, DISFRUTAR. Con piques como estos dejamos de lado el dejarnos llevar por la música, el que nada ni nadie más importe, solo las voces y los acordes. Dejemos de querer quedar por encima de los demás, estas peleas absurdas por saber quién puede más, empecemos a disfrutar y a dejarnos llevar.

Ya no somos dos

"Se acaba la historia, no vas a volver. Y quiero contarte que anhelo tu boca, que te necesito, que no puedo a solas. No soy tan grande como te decía, me escondo en mi mundo". Todo lo que no fui capaz de decirte ayer, intento plasmarlo aquí para decírtelo hoy. Poco antes de que aparecieras en mi vida mi mundo se tornó gris, hasta que llegaste tú, poniendo color a mi vida. Gracias a ti volví a sonreír, tenía una bonita razón para seguir. Hace un tiempo me prometí a mí misma que no me volvería a enamorar, que no dejaría que ningún tío entrara a mi corazón de esa forma, que jamás me volvería a ilusionar por amor. Y llegaste tú rompiendo mis esquemas, cambiándolo todo y haciendo que rompiera todas y cada una de las promesas que me había hecho. No sé cómo lo hiciste, pero lograste que me enamorara. Y de qué manera. Por muy mal que me estuviese yendo el día, con tan solo una palabra lograbas ponerme de buen humor; por muy triste que estuviese con una palabra me hacías sonreír ahuyentando la tristeza. Y ahora resulta que la única persona que me hacía feliz es la que ha hecho que hoy me sienta así de mal. Y no te culpo. Todo lo que toco se pudre. No soy capaz de hacer feliz a nadie, empezando por mí y terminando por cada una de las personas con las que me he cruzado en mi ya no tan corta vida. Será por eso que todo el que me conoce se aleja de mí al poco de conocerme. Yo también lo haría, créeme. "Saliendo de la habitación, nuestro callejón, desnudando el alma para convertirse en nada". Cada vez que salía de tu casa tenía la extraña sensación de que me dejaba algo allí, y no me equivocaba. Te dejaba a ti, y dejaba a una parte de mí en esa casa contigo. Te dejé mi alma y mi corazón para que te cuidaran, para que te hicieran feliz en mi lugar. No sé si lo conseguirán, pero estoy segura de que harán todo lo posible por que así sea. Yo era feliz a tu lado, pero tú no al mío. "Somos como una cosquilla que te agrada y te lastima". El hecho de que ya no estemos juntos no implica que deje de quererte. Tan solo me queda pedirte perdón y desearte toda la felicidad del mundo.

'Ya no somos dos'

Oscura noche estrellada de luna llena

La luna nos vigila. Me miras, me tocas, tiemblo, me pierdo en tu mirada... Deja que nuestras manos hablen por nosotros. La noche fue testigo de nuestro amor. La luz de las estrellas iluminaba su rostro. Nuestra respiración junto al latido de nuestros corazones era lo único que se podía escuchar. Su mirada resplandecía en aquella oscura y silenciosa noche. Mil y una nuevas sensaciones que no puedo describir. Sentir su aliento en mi cuello y automáticamente convertirme en un erizo. Despertar y, al abrir los ojos, verle a él dormidito a mi lado. 

Vivo en mi interior

Por si preguntas, aún recuerdo ese día en el que me esperabas ansioso en casa con la bañera llena a rebosar de agua caliente. Me recibiste en la puerta con una gran sonrisa, te notaba nervioso. Soltaste mis cosas en el salón y me tapaste los ojos. Me guiaste con tu cuerpo hacia una de las habitaciones. Sólo sentí vaho y un agradable calor. Habías llenado de velas aromáticas todo el baño. El ambiente no podía ser más perfecto. Podía escucharse música relajante de fondo. Aquél día no podré olvidarlo jamás. Tímido, me besaste en los labios, y poco a poco nos fuimos deshaciendo de nuestra vestimenta. Entramos juntos en la bañera, el agua rebosó y cayó cuál cascada hacia el suelo del baño. No nos importó los más mínimo, nos limitamos a sonreír y a dejarnos llevar por el momento. Puede que ese sea el mejor recuerdo que me queda de ti. Aún no sé si fue el miedo a estropearlo o a hacerte daño, sólo sé que algo me hizo alejarme de ti. Quizás no lo hice de la mejor manera posible, pero me fui sin decirte nada y desaparecí de tu vida una larga temporada. Perdóname, no fue mi intención herirte, sé que lo hice, y lo siento. Pensé que cuanto antes acabara con aquello, menos sufriríamos los dos. A día de hoy, por lo que me cuentas, eres feliz, no sabes cuánto me alegro. Eso significa que tomé la decisión correcta. Para tu tranquilidad, no podría irme mejor. El recuerdo de aquél día sigue vivo en mi interior. 

Sobredosis de Rock and Roll

Alimentarse a base de imaginación. Un amor que deja de ser platónico para volverse real. Él y su guitarra, su guitarra y él. Más que un simple acorde, fue un comienzo especial. Un sombrero mágico. Un dos por uno. Sobredosis de rock and roll. Luna sonriente. Noche incompleta la de aquél frío y a la vez cálido sábado de Marzo. Me faltabas tú. "Nada que decir, nada que sentir, nada que podamos recordar por la mañana". Canciones especiales. Tener ganas de llorar, reír, cantar, saltar y gritar simultáneamente. Un cosquilleo recorre mi cuerpo. "Y quiero contarte que anhelo tu boca, que te necesito, que no puedo a solas, que no soy tan grande como te decía. Me escondo en mi mundo...". La voz del cantante acariciando tus oídos. Solos de guitarra. Embobarme con las manos del guitarrista, y que él mismo me baje de mi nube para traerme de vuelta al mundo real. Sensaciones imposibles de describir. Besos de esos que suenan. Dar saltos sin parar. "Hoy me dejaré la voz, intentándote decir, que aunque el mundo está cambiando voy a hacerte sonreír". 

Mi inspiración se escapó y parece no querer volver. Llegar a una bifurcación y no saber qué camino seguir. Una mirada triste camuflada tras una sonrisa. Ojos que parecen no querer ver. Heridas que tardan en cicatrizar. Un mar de lágrimas. Un desierto en el corazón. Perderse en la inmensidad del océano. Adentrarse en la profunda oscuridad de la noche.

Deseos que se hacen realidad. Realidades que parecen sueños. Sueños que se desvanecen. 

Mi cama se me hace grande al dormir sin ti, sin tu calor, sin tus besos, sin tus caricias... sin tu amor.

Diecinueve Primaveras

La otra noche, para no perder la costumbre, no conseguía conciliar el sueño, y eso me llevó a pensar. Pensar en cómo ha cambiado mi vida desde que cumplí la mayoría de edad. Y no, no ha sido éste el motivo del gran cambio de rumbo que ha dado mi vida. Hace poco más de un año que mi vida empezó a cambiar lentamente, pero, de repente, el cambio se volvió brusco. En el último año han entrado a mi vida personas que, a día de hoy, son súper importantes para mí. Personas que llegaron a mi vida sin avisar y la llenaron de luz y color. Otras... Otras personas que... Bueno, otras que ya no están aquí conmigo. No estoy muy segura de que la pérdida de esas personas me haya hecho más fuerte, lo cierto y verdad es que si dijera eso, mentiría. Perderles me ha hecho darme cuenta de que soy débil, de que ellos hacían que, de cierta forma, permaneciera fuerte. 

Al echar la vista atrás he comprendido que los planes a largo plazo nunca funcionan, que es mejor vivir el momento y decidir las cosas de un día para otro. Así, sin pensarlo dos veces, sin dar lugar a arrepentimiento. Mejor hacerlo así que arrepentirse luego de no haberlo hecho. Otra de las cosas que he aprendido en este tiempo es a mostrar mis sentimientos. No tengas miedo de decir 'te quiero', pero solo dilo si de verdad lo sientes. Grita a los cuatro vientos lo que sientes antes de que sea demasiado tarde.

Después de mucho tiempo, puede decir en voz alta que soy feliz. Todo gracias a esas personitas que no hace mucho llegaron a mi vida. Y, muy orgullosa de ellas, puedo decir que tengo las mejores amigas del mundo. Sí, lo se, todo el mundo dice eso, pero yo lo digo con motivos y pruebas irrefutables de ello. Mi felicidad no es solo gracias a ella, sino también a esa persona especial que todos encontramos en algún punto del camino. Sí, me refiero a él. Dicho todo esto y sin más preámbulos, me despido hasta la próxima. 

Miré al cielo y pedí un deseo. Nunca pensé que fuera a hacerse realidad tan pronto. Crucé los dedos esperando que pasara. Finalmente, ocurrió. 

Esperaba que llegaras, pero lo hiciste sin avisar y despertaste mi corazón dormido. Hasta aquél momento, yo era un hada sin sueño más de este hermoso jardín.

Alma, corazón y vida

Palabras que sobran. Silencios que hablar por los dos. Mariposas batiendo sus hermosas alas en mi interior. Dejarse llevar por un impulso que te cambie la vida. Fundir tus labios con los suyos y temblar como un flan. Sentir el roce de sus manos, a veces frías como témpanos de hielo, otras, cálidas como ardiente fuego. Estremecerse. Que juguetee con mi pelo entre sus dedos. Besarle en zona prohibida. Caricias juguetonas. Suspirar y no saber bien por qué. Dejarse llevar por el momento. Perderme en su mirada. Dibujar con mi dedo un corazón en su espalda. Apoyar mi cabeza en su pecho a modo de almohada. Mirarle y no poder evitar sonreír. 

'Alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti'.

Mi sonrisa se fue contigo...

Parece mentira que hayan pasado casi tres meses desde que te fuiste. No consigo hacerme a la idea de no volverte a abrazar, de que no me volverás a reñir, de que no volveré a escuchar tu voz... La tristeza me vence. Nunca fui fuerte, y ahora lo soy aún menos. Tengo una depresión de caballos, y que la única persona que se ha dado cuenta sea una de las que hace menos que conozco, me hace darme cuenta de que paso desapercibida en este mundo. Nadie se daría cuenta de mi falta. No sé si lloro porque soy débil, porque estoy triste o por qué otra cosa, sólo sé que lloro y que no puedo hacer nada para evitarlo, tampoco lo intento, la verdad. A diario busco algún rincón tranquilo en el que hacerlo. Espero que esta tortura a la que algunos llaman vida termine pronto para mí. Todos me ven caer y nadie hace nada para impedirlo. Ahí se refleja todo lo que les importo. Bien poco.

Cada vez que encuentro un motivo para sonreír, dura extremadamente poco, y ni siquiera es una sonrisa auténtica por mucho que lo parezca. Me muestro fuerte y entera frente a los demás, todo fachada. Me pudro por dentro. Quizás irme lejos de aquí un tiempo sea la solución, pero quizás no. La ilusión por continuar se esfuma poco a poco. Ganas de salir corriendo quedan en su lugar. Por ahora, sólo una cosa me da ganas de seguir, aunque a veces me las quite sin darse cuenta.

Mi sonrisa se fue contigo, quizás tú fueras la razón por la que sonreía...

El tiempo

El tiempo pasa sin que nos demos cuenta. Pasa y no nos espera. El mundo gira, el agua corre, las manecillas del reloj giran, giran y giran sin parar, midiendo algo a lo que solemos llamar tiempo. Pero, ¿qué es el tiempo? Según la RAE, "el tiempo es una magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro, cuya unidad en el Sistema Internacional es el segundo". Al igual que también es la época durante la cual vive alguien o sucede algo. ¿Podríamos decir que el tiempo es algo que 'mide' nuestras vidas? 

El tiempo lo medimos en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, siglos, milenios... Sin embargo, hay segundos que parecen minutos, minutos que parecen horas, y así. Todo depende de nuestro estado de ánimo, de si nos estamos divirtiendo, si nos aburrimos, si sufrimos, si reímos, etc. Dicen que cuando uno se lo pasa bien, el tiempo se pasa volando. También dicen que la espera se hace eterna, pero ¿es siempre así? 

Si algo tengo claro sobre el tiempo es que hay que aprovechar cada minuto y cada segundo como si fuese el último. Quién sabe si tendremos otra oportunidad. Nuestro tiempo se va agotando poco a poco, hasta que un día, sin más, se para. No sabemos cuánto tiempo nos queda por vivir, nadie lo sabe a ciencia cierta. El tiempo no se desperdicia, como dicen los que 'te aconsejan' que "no malgastes tu tiempo",  puesto que lo que ellos denominan 'malgastar tu tiempo' te ayuda a crecer como persona, a aprender (ya sea de errores o aciertos).

" Tus abrazos me vuelven loco. 

Tus besos son mi aire, 

tu cuerpo lo único que deseo ver, 

tu pelo mi mejor comida, 

tu mirada lo único que me hipnotiza, 

tu olor, mi droga." 

Eres mi felicidad. Me pongo mal si tu lo estás. 

Sueño con verte al despertar. Sueño con poder abrazarte sin que la distancia me lo impida.

Y, de repente, todo cambia...

Cuando menos lo esperas, llega alguien que te devuelve la sonrisa. Alguien que esperas que haya llegado a tu vida para quedarse.
Las mariposas han vuelto a mi estómago, y con más fuerza que nunca. El corazón me va a más de mil por hora, y no paro de reír. Hasta hace nada no sabía que existías, y en tres semanas escasas te has ganado por entero mi amor. ¿Quién nos iba a decir la primera vez que hablamos que estaríamos así a día de hoy? Nadie. Absolutamente nadie. Lo único que se es que has llegado a mi vida convirtiéndote en el motor de la misma. Aún no se cuándo, cómo ni por qué, lo único que se es que me enamoré de ti. Todo va tan extremadamente rápido que no me estoy dando ni cuenta.

Todo es muy bonito, sí, pero tengo miedo. Y lo sabes. Sabes que tengo miedo de quererte demasiado, pero, a la vez, de no quererte suficiente. Que tengo miedo de perderte, de que mi corazón se rompa el mil pedazos o, peor aún, que el que se rompa sea el tuyo; miedo de no saber quererte como te mereces, de no poderte abrazar, besar o ni siquiera poderte ver nunca más. Pero todos esos miedos desaparecen cuando estoy contigo. Y, en su lugar, queda felicidad. Bonita palabra. Puede que suene extraño, pero hacía tiempo que no me sentía así , FELIZ. Es demasiado bonito para ser real. Todo esto parece un sueño, un bonito sueño del que no quiero despertar. Tan sólo quiero besarte, abrazarte y perderme en ti...



Le doy las gracias al creador de WhatsApp por hacer más corta la distancia que nos separa, unos diez kilómetros que se hacen más pequeños. Es como estar contigo, pero sin ti. 




El 2012 se esfumó, y el 2013 llegó trayéndome tu amor.

"Éste insomnio placentero..."